El compromiso con un colectivo y el trabajo en colaboración propició: 
El reconocimiento de que las tecnologías nos permiten disponer e integrar de un archivo cultural participando de procesos de construcción colectiva completamente nuevos.
La incorporación de nuevas tecnologías generando usos desafiantes y complejos.
Un diálogo entre las metodologías de enseñanza referenciando a los colegas.
El interés por el punto de vista y el enfoque propuesto por los pares y su incorporación. 
Establecer relaciones entre los contenidos.
La certeza de que a través de la tecnología se puede establecer una interacción permanente entre los puntos de vista de los docentes.
La incorporación de diferentes estrategias y tipos de actividades; de otras lógicas y orientaciones que surgieron de la experiencia colaborativa.
La presentación de las danzas relacionándolas con otras danzas, conceptos y elementos explicados en clases anteriores (propias o de los colegas).
Una profundización de la exposición histórica y contextualización de las danzas relacionando diferentes recopiladores, musicólogos e investigadores.
Un enriquecimiento de las actividades y de las secuencias didácticas estableciendo relaciones con temas emergentes o de actualidad (la cuestión del autor, la contraposición de diferentes posturas) y ampliando el universo del discurso.
Un abordaje de los contenidos y relación con otras áreas: Historia, Antropología, Sociología. 
El reconocimiento de la práctica como un ejercicio permanente de revisión vigente y mutable de nuestro Folklore en el “aquí y ahora”.